Vaya, parece que ya es viernes, será mejor que me levante. Aunque pensándolo bien, ¿para qué? No vale la pena, mejor me quedo aquí tumbada, disfrutando de uno de los pocos momentos relajantes que tengo. Jajaja, disfrutar... qué ingenua soy. Hoy será un día de mierda, como ayer, como el anterior y como lo será mañana; como todos, en general. Empiezo a cansarme un poco de ahogarme en mi sufrimiento, de despertarme con picor en mis ojos de llorar toda la noche, como todas las noches. Supongo que en parte me lo merezco, quizá debería haber sido como todas esas niñas repelentes que veo por mi ciudad, andando sin preocupaciones con sus conformistas mentes.Quizás no debería haber cuestionado nada y haber asentido todo lo que me decían. Quizá debería haber aceptado la invitación al cine de aquel chico tan musculoso como estúpido, para ser su mujer florero y que él presumiera de un par de tetas y un culo mientras que de lo único que puede hablarme es de lo que ha hecho hoy en el gym. Quizá debería adelgazar hasta que mi propio cuerpo me de asco, a lo mejor así me hago modelo, y mi familia se sentiría orgullosa de mí por una vez. Quizá no debería haber nacido en este mundo. Quizá no debería de importarme ser invisible para el mundo. En fin, supongo que lo que toca es aguantarse, y esperar no ser la única en este planeta que se preocupa por las cosas importantes. Mejor voy a tomarme un café. ¡Vaya! ¡Qué sorpresa, mis padres no están! Y como de costumbre, ni una nota para saber siquiera cuándo volverían. Bueno, así mejor, más tranquilita. ¿Dónde estará mi taza azul? Mierda, a ver, Julia, ¡céntrate de una vez!... Oh, aquí está. Vale, café preparado, saldré a la terraza, que aunque haga frío no soporto estar aquí encerrada. ¡Agh!...¿por qué todo es tan complicado? ¿Por qué no combino con ninguna persona?.... ¡Anda! ¡Ahí viene Álvaro! Ahora que lo pienso, nunca me he parado a conocerlo, quizá me lleve alguna sorpresa... Bah, sería raro, él no creo ni que me haya visto, sería raro hablarle así y más aún que sepa su nombre. ¡Agh! ¿Por qué tiene que ser todo tan complicado? Vaya, parece que se acerca. ¿Qué raro? Querrá sal o algo de eso, seguro. Le saludaré y así veré que tipo de persona es, aunque no quiero parecer desesperada... Dejaré que él dé el primer paso....Qué extraño, ¿será mudo? Ya lleva un minuto ahí plantado, ¿qué hace? Probaré a saludarle.
-¡Buenos días, Álvaro!
*Se desmaya*
-¡Ey, Álvaro! Joder, ¿qué he hecho? ¡Mierda!, nada me sale bien...
No hay comentarios:
Publicar un comentario